VALORES SOCIALES Y CORRUPCIÓN

En Brasil está entrando una fuerte corriente anti gubernamental, se enlaza con trazos del pasado de la época dictatorial y la desilusión de las nuevas generaciones que nacen, conviven y se convierten en pasto de la gran hoguera de la corrupción. No se puede decir que esta corrupción es una abuela jubilada que todavía está latente en la sociedad, (según palabras de la presidente Dilma Yussef).

Para alcanzar cotas de credibilidad y aceptación por parte de los brasileños para con todos los errores de lideranza, empresarios encunados en grandes esferas políticas, hay que dar prioridad a soluciones tangibles, demostrando que realmente se está llevando los plazos de os planes trazados, La presidenta se esta jugando su puesto y su carisma por culpa de varios sectores de la clase alta y media. Y estos solo harán con la presidenta lo que Pilatos hizo hace años.

Con riesgo de tener la presión dentro de la Cámara de los Diputados y el congreso hirviendo por acallar a un pueblo que esta dolorosamente cansado de ser manipulado y llevado por rutas erróneas, Dilma Yussef debería dar un golpe de efecto más concreto y más efectivo que el de recordar que ella fue víctima de la Dictadura, y más aun delante de esta generación nacida entre los años 80 y 90 que son el baluarte de los nuevos brasileños que deberán prestar cuentas en los próximos años, si es que se puede mantener el estatus de conformismo y confortabilidad.

Inyectar valores sociales y medio ambiental, pasa por una re-educación enfocada a que estas personas sepan que la política no es mantener la corrupción a raya y si fortalecer los valores sociales de la población.