PÍLDORAS DE ASESORÍA

De repente somos gente conservadora, cuando ahora debe de primar la gente creativa, que pueda ayudar a generar cambios en los modelos actuales. ¿A quién quiere usted en su equipo? ¿Qué busca usted de un trabajo? Si lo integramos, las empresas buscan actitud, pasión, a los mejores y las personas superación. Tenemos que retarnos, con capacidad de dominar su trabajo, tenemos que ir a por el 10, personas que se reinventen, que estudien, que sigan formándose en sus ámbitos, que vengan continuamente con iniciativas que quieran.

Las cosas que hacíamos, no funcionan en este nuevo entorno, en el escenario actual tanto empresarial, como político y social. La situación económica no es la más deseable que hace que los inversores extranjeros sean muy reacios a invertir. Hemos de cambiar esa imagen para expandir nuestro mercado. Por otro lado, hay grandes ideas, pero hay pocas oportunidades. En épocas de crisis se agudiza el ingenio, por eso es muy importante que una empresa, sea del tamaño que sea, este dirigida por un buen líder. Los consumidores son precavidos, gastan lo justo y en las empresas sucede lo mismo, por eso hay un estancamiento de la creación de empleo.

El desempleo técnico es; Crear empleo y no dejar de destruirlo. El problema no es tomar medidas, el problema es que no se inspiran todas en un elemento común que les confiera sentido y sobre todo eficacia. El elemento común es preservar todas las medidas y procurar la competitividad de las empresas, de las organizaciones, de las administraciones. Y para darle una oportunidad al consenso admitir o promover la competitividad  de los estudiantes, de los desempleados y de los empleados.

La competitividad, no es sólo una cuestión de costes, son los trabajadores comprometidos, aquellos que trabajan con la empresa antes que para la empresa y en este caso, en justa correspondencia, la empresa tiene que saber potenciar esa actitud con otra igual. La mejora de la competitividad de la empresa será partir de su esfuerzo propio, lo logrará quien realice su trabajo con sentido corporativo, y que además lo haga con profesionalidad, desempeño, formación y flexibilidad. La relación es directa: Cuantas más personas comprometidas, más complemento y cuanto más complemento, más competitividad.

La percepción es que todo está por rehacer. Comenzar de nuevo es complicado y alcanzar el éxito es casi imposible, porque es más fuerte el miedo al fracaso que el miedo a enfrentarme a lo desconocido. Lo importante es tener ilusión, creatividad, ganas y sobre todo es reciclarse y formarse. Pero si nos ponemos metas muy altas, sin pasos intermedios, fracasaremos seguro porque es fundamental, hacer algo que se llama: Prueba y Error. Los cambios empiezan por uno mismo. Luego, ir avanzando, escalando peldaños. Hay que ponerse metas cortas pero que sean seguras y firmes. Esto nos permite reaccionar de forma inmediata si algo no sale como esperamos y enfrentarnos a las adversidades con fortaleza.

Formación continuada, flexibilidad horaria, conciliación, ejercicio físico, socialización son conceptos que asustan a los empresarios. Sin embargo, cada vez son más, sobre todo las grandes empresas que se preocupan por estos temas con el fin de sacar el mayor rendimiento a sus trabajadores. Los países que han apostado por el I+D y que han tenido un plan de desarrollo a medio y largo plazo, no tiene problemas críticos de desempleo. Muy pocos se centraron en exponer ideas realmente prácticas y de reacción rápida y factible.

Básicamente a medio plazo, no podemos sostener el estado de bienestar que queremos, es evidente la necesidad de cambiar los dirigentes políticos con personas más preparadas y menos corruptas, de manera que se realizara unas reformas financieras, económicas y judiciales que sacaran al país de la crisis, es indudable que este proceso puede llevar las soluciones a diluirse en el tiempo. Hay que centrarse en pocas y que ofrezcan la mayor garantía de efectividad. Hace 20 años, entrabas en alguna empresa con la idea de que allí te jubilabas. Todo esto ha saltado por los aires, es una tendencia en todo el mundo y en cualquier sector. Los profesionales, durante nuestra vida laboral, tal vez tengamos que cambiar de sector, y tal vez de profesión.

Aportar un método para analizar y decidir el futuro de nuestra carrera en un entorno de cambio constante. Sumar el conocimiento de las tendencias del mercado laboral, el auto-conocimiento personal, potenciar la creatividad personal y con toda esa información conseguir la especialización dentro de una organización. Hay que enseñar que el que monta un negocio no es un hombre que tiene mucho dinero si no un hombre con ideas que procura hacer investigación de mercado y se esmera para tener una visión del mismo. La senda de la recuperación tiene que trabajar más en mejorar la educación, reducir los trámites burocráticos y cambiar los impuestos y asimilarlo a los procesos de mejoras globales, más medianas empresas y coordinación y gestión de las infraestructuras comunes de la sociedad.

Reactivar la financiación para los emprendedores y las empresas, ayudas para la contratación, me refiero a bonificaciones en las cuotas de la seguridad social. Facilidades para la creación de nuevas empresas, simplificación de trámites para la apertura de negocios. Más cursos y mejoras en la formación de desempleados, es imprescindible y cuanto más mejor, cualquier tipo de formación debería de estar al alcance de cualquier  desempleado. Tenemos que tener en cuenta que la cultura de resignación, esta actitud, nos hace ser débiles. Los cambios también empiezan por uno mismo, si dejamos de lado esta resignación lograremos todo lo que nos propongamos porque somos profesionales que podemos mostrar un gran potencial y muchos recursos.

Un buen asesoramiento sobre el mantenimiento de la Empresa puede ser muy válido, es más una consideración con los que por diversas causas tienen que cerrar su negocio. Las formulas tradicionales de atraer inversiones industriales y promover el empreendimiento con apoyo público-privado y formación en serio de los nuevos empresarios para minimizar los fracasos, no están agotadas. Su aplicación se basa en profesionalizar y no politizar a los responsables.

En economía se dan pocos milagros, sin re-activación de la misma, no hay activación del empleo y ésta re-activación está firmemente ligada al consumo. Como éste depende del dinero que se gasta en el consumo tenemos dos opciones; o pagamos más a los que trabajan confiando que consuman más, o bien aumentamos la producción de forma planificada y con estrategias diseñadas con miras no solo al consumo interior sino a la exportación, así de esta manera nos permita volver a aumentar el consumo.

Hay que detonar positivamente el optimismo empresarial y social. Dejar de poner parches y si arriesgar en soluciones prácticas, no parece que haya soluciones eficientes a medio plazo, hay que dejar de obstaculizar con tasas, impuestos, burocracias y trámites que sirven para mantener a esas mismas burocracias. El problema es que el estado es una estructura "auto complaciente" y se quiere presentar siempre como actor y mediador imprescindible, acaparado recursos y omnipresente en la vida de los ciudadanos. Este enfoque vital es bastante incompatible con querer un sector económico vibrante. Bajar el Impuesto de Sociedades y en general librar de cargas a la sociedad, eliminando además los incentivos, como subvenciones, que distorsionan el mercado extremadamente y crean incentivos falsos.

Pienso que todo profesional y persona con deseo de ser libre financieramente debe ser independiente e iniciar su propio empreendimiento, utilizando Internet y así crear una de las mejores soluciones a las crisis que afectan globalmente. Una buena pregunta es la mitad de la respuesta, Y una buena respuesta evita malas preguntas. Soluciones e iniciativas solo serán soluciones si se ponen en marcha. Es decir, que no nos podemos quedar sentados a verlas venir. La pro-actividad, aportar, crear y generar entre todos los profesionales para adaptarnos a los nuevos tiempos. Fomentar los cambios en las instituciones y la sociedad.