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viernes

COACHING O ENTRENAR A GERENTES Y EMPRESARIOS

El coaching, como estrategia de gestión o modelo de dirección, tiene como objetivo fundamental desarrollar el potencial de las personas, de forma metódica, estructurada y eficaz, orientada a obtener la perfecta adecuación y desarrollo del potencial humano en las funciones y tareas fundamentales asignadas. Es una estrategia que es imprescindible y permanente en las organizaciones, sin embargo, debe priorizarse cuando la organización se encuentra en un proceso de cambio o de metamorfosis para el fortalecimiento de la gestión

El proceso de formación en coaching, se basa en función de las siguientes etapas: El Contrato; La Observación y Evaluación; el Desafío Constructivo y el Manejo de la Resistencia. La intervención del coach en la gente es una acción muy relevante, por ser un orientador a resultados, facilitador de conductas y en especial trabajos de formación personalizado (Sesiones de desarrollo ejecutivo), coaching grupal (Dinamización de equipos), o formación en coaching (Desarrollo de competencias de coach).


Principios del Coaching

– El coaching se centra más en las posibilidades del futuro y no en los errores del pasado ni en el rendimiento actual.

– Para obtener lo mejor de las personas, el coach debe creer en su potencial como entrenador. Nuestras creencias sobre las capacidades de los otros tienen un impacto directo sobre su actuación.

– El coaching funciona en base a una relación de confianza y confidencialidad mantenida entre el entrenador y el entrenado.

– El entrenado no aprende del coach, sino de sí mismo estimulado por el coach.

– Aunque a veces no es fácil, el coach debe evitar transferir su experiencia al entrenado, ya que, si lo hiciera, estaría incumpliendo uno de los principios básicos del coaching.


Características del Coach

– Feedback: los Coach aconsejan, establecen dirección y brindan frecuente retroalimentación, indican las tareas que desarrollan mejor las habilidades y que ayudan a lograr el éxito. Esto último lo realizan anticipando problemas y obstáculos que podrán enfrentar el equipo, proveen de los recursos necesarios removiendo obstáculos.

– Claridad: un coach se asegura de la claridad en su comunicación, de otro modo las personas comienzan a fallar o a no hacer nada, o peor aun, comienzan asumir lo que debe hacerse, lo que siempre cuesta tiempo y dinero.

– Apoyo: significa monitorear la labor del equipo, aportando la ayuda que necesitan, bien sea información, materiales, consejos o simplemente comprensión.

– Construcción de confianza: permite que las personas del equipo sepan que usted cree en ellas y en lo que hacen. Señala los éxitos obtenidos. Revisa con ellos las causas de tales éxitos y otorga reconocimiento hacia la excelencia detrás de cada victoria.

– Mutualidad: significa compartir una visión de las metas comunes. Para asegurarse de lo anterior, debe tomarse el tiempo de explicar en detalles sus metas. Asegurarse de que los miembros de su equipo, puedan responder preguntas como: ¿Por qué esta meta es tan buena para el equipo o para las organizaciones? O ¿Cuáles pasos que deben realizarse para lograr las metas? ¿Cuándo? Etc.

– Empatía: comprender el punto de vista de los colaboradores. Realizar preguntas para involucrarse con las personas, que revelen la realidad que viven los miembros del equipo. Mientras más preguntas se hagan, más se comprenderá lo que sucederá en el interior de los individuos. No asumir de que ya sabe lo que piensan y sienten, pregúnteles.

– Riesgo: es permitir que los miembros del equipo sepan que los errores no van a ser castigados con el despido, siempre y cuando todo el mundo aprenda de ellos.

– Paciencia: el tiempo y la paciencia son claves para prevenir que el coach simplemente reaccione: siempre que sea posible deben evitarse respuestas apáticas, ya que pueden minar la confianza de su equipo en la habilidad para pensar y reaccionar.

– Confidencialidad: los mejores coachs son aquellos que logran mantener la boca cerrada. El mantener la confidencialidad de la información individual recolectada, es a base de la confianza y por ende, de su credibilidad como líder.


– Respeto: implica la actitud percibida con el supervisor o gerente hacia los individuos que guía. Usted puede respetar en alto grado a sus miembros del equipo, pero si eso está en contradicción con su poca disposición de involucrarse, su poca habilidad para ejercer la paciencia, su deficiencia en compartir metas, etc., indica poco respeto a su equipo.

– Mejoras del rendimiento del personal en el desempeño de sus labores.

– Desarrollar el potencial de la gente, ubicándolos en cargos en los cuales puedan desempeñarse mejor o tengan posibilidades de mayor desarrollo.

– Mejorar las relaciones directivo-colaborador.

– Fomentar el liderazgo efectivo en los gerentes y supervisores.

– Facilitar la motivación y el entusiasmo de la gente.

– Aumentar la implicación y el compromiso de la gente frente a su organización.

– Producir un incremento en valores corporativos y en especial en valores humanos.

– Fortalecer el clima laboral, volviéndolo más cálido, amigable, participativo y confiable.

– Refuerzo de la autoestima de las personas y auto confianza en sí mismo.


Las empresas exitosas son visionarias del desarrollo de este tipo de educación profesional. Por eso es importante contar con una plan de formación en coaching, inspirada en los valores humanos como factor imprescindible y formen parte de su vida, cultura y práctica habitual.

Los trabajadores no son simples nombres y apellidos, con fecha de inicio y fin de contrato, con nomina y seguro social, también son socios estratégicos, colaboradores, clientes internos. En fin, es todo un equipo humano comprometido, sensibilizado, motivado, fidelizado e involucrado.

En el coaching debemos conquistar nuestro mercado interno y preparar a nuestra gente para ganar a la competencia, no solo en el producto a vender sino también en el modelo de empresa que queremos tener, motivándolos con el marketing Interno.


miércoles

PARÁBOLA... PARA PENSAR

…Y llega un momento de la vida que se presenta como una puerta, la puerta del éxito, del bienestar, de las soluciones de tus problemas.

Pero claro, no es tan fácil como puedes estar pensando, esa puerta está ahí, frente a ti, lista para que puedas atravesarla, pero como todas las cosas tiene un “pero”, un obstáculo que te va a obligar a decidir, y es que la puerta está cerrada sin posibilidad de abrirla normalmente sin la llave… ¡Espera un momento!, esa puerta tiene a su lado diez llaves en un llavero, con un pequeño letrerito que dice “ solo tienes tres oportunidades para abrir la puerta, escoge tres llaves entre todas estas, no podrás usar las otras”

En un principio te parece que no va a ser tan difícil conseguir la llave de la puerta del éxito, del bienestar, de las soluciones de tus problemas. Y de una forma alegre y optimista escoges tres llaves. Colocas en la cerradura una de las llaves y con sorpresa percibes que no abre nada, pero sigues estando optimista porque todavía tienes más oportunidades y sin esperar a decepcionarte, escoges la otra llave que tienes en tus manos. La introduces en la cerradura, ahora con un poco mas de intriga antes de girar la llave e intentas abrir la puerta del éxito, del bienestar, de las soluciones de tus problemas… ¡no gira la segunda llave!

Y es aquí donde el optimismo te juega una mano al pesimismo, solo queda una llave para la última oportunidad… comienzas a desanimarte, pensando que no tendrás suerte por haber escogido las llaves erradas, pero tu corazón te da un vuelco de ánimo y te dice: ¡Sigue…sigue!

Con un poco más de precaución que de miedo, introduces la tercera llave que escogiste para abrir la puerta del éxito, del bienestar y de las soluciones de tus problemas. Comienzas a recordar el Padre Nuestro, a encomendarte a tu santo favorito e incluso a jurar por lo que mas quiere en la vida, decides hacer girar la llave… ¡no abre¡

Y es en ese momento que te sientes el mayor perdedor del mundo, la persona con la peor suerte entre todas, no sabes que hacer, no piensas directo, te sientes abrumado, no te crees que te haya pasado eso, con la puerta del éxito, del bienestar, de las soluciones de tus problemas….

Entonces yo te pregunto, ¿Y ahora? ¿Qué harías?