El coaching, como estrategia de gestión o modelo
de dirección, tiene como objetivo fundamental desarrollar el potencial de las
personas, de forma metódica, estructurada y eficaz, orientada a obtener la
perfecta adecuación y desarrollo del potencial humano en las funciones y tareas
fundamentales asignadas. Es una estrategia que es imprescindible y permanente
en las organizaciones, sin embargo, debe priorizarse cuando la organización se
encuentra en un proceso de cambio o de metamorfosis para el fortalecimiento de
la gestión
El proceso
de formación en coaching, se basa en función de las siguientes etapas: El
Contrato; La Observación y Evaluación; el Desafío Constructivo y el Manejo de
la Resistencia. La intervención del coach en la gente es una acción muy
relevante, por ser un orientador a resultados, facilitador de conductas y en
especial trabajos de formación personalizado (Sesiones de desarrollo
ejecutivo), coaching grupal (Dinamización de equipos), o formación en coaching
(Desarrollo de competencias de coach).
Principios
del Coaching
– El
coaching se centra más en las posibilidades del futuro y no en los errores del
pasado ni en el rendimiento actual.
– Para
obtener lo mejor de las personas, el coach debe creer en su potencial como
entrenador. Nuestras creencias sobre las capacidades de los otros tienen un
impacto directo sobre su actuación.
– El
coaching funciona en base a una relación de confianza y confidencialidad
mantenida entre el entrenador y el entrenado.
– El
entrenado no aprende del coach, sino de sí mismo estimulado por el coach.
– Aunque a
veces no es fácil, el coach debe evitar transferir su experiencia al entrenado,
ya que, si lo hiciera, estaría incumpliendo uno de los principios básicos del
coaching.
Características
del Coach
– Feedback:
los Coach aconsejan, establecen dirección y brindan frecuente retroalimentación,
indican las tareas que desarrollan mejor las habilidades y que ayudan a lograr
el éxito. Esto último lo realizan anticipando problemas y obstáculos que podrán
enfrentar el equipo, proveen de los recursos necesarios removiendo obstáculos.
–
Claridad: un coach se asegura de la claridad en su comunicación, de otro
modo las personas comienzan a fallar o a no hacer nada, o peor aun, comienzan
asumir lo que debe hacerse, lo que siempre cuesta tiempo y dinero.
–
Apoyo: significa monitorear la labor del equipo, aportando la ayuda que
necesitan, bien sea información, materiales, consejos o simplemente
comprensión.
–
Construcción de confianza: permite que las personas del equipo sepan que usted
cree en ellas y en lo que hacen. Señala los éxitos obtenidos. Revisa con ellos
las causas de tales éxitos y otorga reconocimiento hacia la excelencia detrás
de cada victoria.
–
Mutualidad: significa compartir una visión de las metas comunes. Para
asegurarse de lo anterior, debe tomarse el tiempo de explicar en detalles sus metas.
Asegurarse de que los miembros de su equipo, puedan responder preguntas como:
¿Por qué esta meta es tan buena para el equipo o para las organizaciones? O
¿Cuáles pasos que deben realizarse para lograr las metas? ¿Cuándo? Etc.
–
Empatía: comprender el punto de vista de los colaboradores. Realizar
preguntas para involucrarse con las personas, que revelen la realidad que viven
los miembros del equipo. Mientras más preguntas se hagan, más se comprenderá lo
que sucederá en el interior de los individuos. No asumir de que ya sabe lo que
piensan y sienten, pregúnteles.
– Riesgo: es
permitir que los miembros del equipo sepan que los errores no van a ser
castigados con el despido, siempre y cuando todo el mundo aprenda de ellos.
–
Paciencia: el tiempo y la paciencia son claves para prevenir que el coach
simplemente reaccione: siempre que sea posible deben evitarse respuestas
apáticas, ya que pueden minar la confianza de su equipo en la habilidad para
pensar y reaccionar.
–
Confidencialidad: los mejores coachs son aquellos que logran mantener la
boca cerrada. El mantener la confidencialidad de la información individual
recolectada, es a base de la confianza y por ende, de su credibilidad como
líder.
– Respeto:
implica la actitud percibida con el supervisor o gerente hacia los individuos
que guía. Usted puede respetar en alto grado a sus miembros del equipo, pero si
eso está en contradicción con su poca disposición de involucrarse, su poca
habilidad para ejercer la paciencia, su deficiencia en compartir metas, etc.,
indica poco respeto a su equipo.
– Mejoras del
rendimiento del personal en el desempeño de sus labores.
– Desarrollar el potencial de la gente, ubicándolos en cargos en los cuales puedan
desempeñarse mejor o tengan posibilidades de mayor desarrollo.
– Mejorar las
relaciones directivo-colaborador.
– Fomentar el
liderazgo efectivo en los gerentes y supervisores.
– Facilitar la motivación y el entusiasmo de la gente.
– Aumentar la
implicación y el compromiso de la gente frente a su organización.
– Producir un
incremento en valores corporativos y en especial en valores humanos.
– Fortalecer el clima laboral, volviéndolo más cálido, amigable, participativo y confiable.
– Refuerzo de la autoestima de las personas y auto confianza en sí mismo.
Las empresas
exitosas son visionarias del desarrollo de este tipo de educación profesional. Por
eso es importante contar con una plan de formación en coaching, inspirada en
los valores humanos como factor imprescindible y formen parte de su vida,
cultura y práctica habitual.
Los
trabajadores no son simples nombres y apellidos, con fecha de inicio y fin de
contrato, con nomina y seguro social, también son socios estratégicos,
colaboradores, clientes internos. En fin, es todo un equipo humano comprometido,
sensibilizado, motivado, fidelizado e involucrado.
En el
coaching debemos conquistar nuestro mercado interno y preparar a nuestra gente
para ganar a la competencia, no solo en el producto a vender sino también en el
modelo de empresa que queremos tener, motivándolos con el marketing Interno.