La consultoría ayuda a hacerlos mejores, apoyarlos de tal forma que obtengan una visión de cómo
podría ser el producto en el que trabajan. Cuando se contrata a alguien, ser
competente es lo más importante. Pero el verdadero problema para la empresa es,
¿se adaptará al entorno de la misma?
Porque si sucede, todo lo demás pasará solo.
La competitividad es de vital importancia para las
empresas, es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la
supervivencia o la pérdida del mercado, por ello es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le
concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la
conservación o pérdida de lo que nos es más querido. Y ello no debe ocurrir
entre nosotros.
Hay que valorarla en términos de factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas condiciones de las empresas rivales, con vistas a determinar el resultado de la competitividad.
Qué es lo que estamos haciendo en la empresa
para que las cosas que deseamos, ocurran. El Planeamiento Estratégico, como
proceso para la acción, es una imprescindible herramienta de gestión, en muchos
casos ignorada con la excusa de ser compleja de poner en práctica. Sin embargo,
hoy día, en todas las empresas se sabe que es difícil imaginar el futuro de
cualquier organización si no se piensa en términos estratégicos.
Factores en el planeamiento estratégico.
La doctrina: significa aquello que hace que la empresa esté en armonía con su gerencia,
de modo que le siga donde sea, sin temer por sus actividades ni a correr
cualquier periodo desestabilizador dentro del panorama empresarial.
La Misión: ¿En qué sector de negocios
estamos? o ¿cuál es nuestra razón como empresa? Se define como la meta dentro
del proceso, la razón de ser de su organización, moviliza todas las energías de
quienes lo acompañan y reúne todos los recursos disponibles tras un fin.
El tiempo: significa el análisis de la situación definida en la misión, que hándicaps y
que oportunidades se enfrenta la empresa, los cambios de temporada, de
clientela subjetiva. Seguidamente se
origina el análisis de potencial para conocer en detalle qué está ocurriendo:
¿Quiénes son nuestros Clientes?¿Dónde están esos los clientes? ¿qué
características tienen? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cómo nos relacionaremos
con ellos?¿Con qué recursos cuentan?
El terreno: hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo para
nuestros productos, hasta donde podemos abarcar, y esto influencia las
posibilidades de supervivencia. Analizar el entorno para determinar cómo impactar con su empresa.
El mando: ha de tener “Planes de Acción” involucrar
a su propio equipo, requiere de reuniones interdisciplinarias, en las que cada
parte expresa y negocia cómo y cuándo necesitará del otro para lograr alcanzar
sus objetivos dentro de la cadena de valor. Debe tener cualidades
independientes y sociales como sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y
disciplina.
La disciplina: ha de ser comprendida como la organización de la empresa, las escalas y
gerentes de los sectores dentro de la organización. La regulación de proveedores,
logística y empresas terceras que dependiendo del mercado y la evolución del
producto, precisemos de ellas.
• Qué es lo que se va a hacer
• Quién lo va hacer
• Cómo se habrá de realizar
• Cuándo se actuará
• Con qué recursos se cuenta para hacerlo
Control y corrección: Estas acciones permitirán a
los gerentes y a todo el personal controlar si van por en el camino correcto, procurar
desvíos y/o modificando el contenido de las diferentes etapas, según lo que las
circunstancias requieran, si son precisos para llegar hasta el sitio que se
propusieron alcanzar como meta.
Incorporar el pensamiento estratégico como
rina de gestión directiva, es algo que lleva tiempo y esfuerzo, desarrollan
la capacidad y la potencialidad de conocer dónde quieren invertir y poner sus
esfuerzos para llevar la empresa en el camino cierto hacia su propio éxito.